La Ley del Uno Sesiones 38: Pregunta 7

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38.7 Interrogador: ¿Podrías darme un ejemplo de un planeta de esta naturaleza, tanto del tipo de tercera densidad de servicio a otros como del tipo de tercera densidad de servicio al yo en este nivel de condiciones de logro?

Ra: Soy Ra. Por lo que sabemos, no existen complejos de memoria social de tercera densidad orientados negativamente. Los complejos de memoria social de tercera densidad orientados positivamente no son desconocidos, pero son muy escasos. Sin embargo, una entidad del cuerpo planetario de la estrella Sirio se ha acercado a este cuerpo planetario en dos ocasiones. Esta entidad es de tercera densidad avanzada y forma parte de un complejo de memoria social de tercera densidad. El complejo de memoria social es propiamente un fenómeno de cuarta densidad.

50.7 Interrogador: Gracias. ¿Podrías ampliar este concepto a continuación? Que es necesario que una entidad, durante la encarnación en lo físico, como la llamamos, se polarice o interactúe adecuadamente con otras entidades, y por qué esto no es posible entre encarnaciones cuando es consciente de lo que quiere hacer, sino por qué tiene que venir a una encarnación y perder la memoria, la memoria consciente, de lo que quiere hacer y luego actuar de la manera que espera hacerlo. ¿Podrías ampliar esto, por favor?

Ra: Soy Ra. Pongamos el ejemplo del hombre que ve todas las manos de póquer. Así entonces conoce el juego. El apostar no es más que un juego de niños, ya que no supone ningún riesgo. Las otras manos son conocidas. Se conocen las posibilidades y la mano se jugará correctamente, pero sin interés.

En el tiempo/espacio y en la densidad verde de color verdadero, las manos de todos están abiertas al ojo. Los pensamientos, los sentimientos, los problemas: todo esto puede ser visto. No hay engaño ni deseo de engaño. Así, se puede lograr mucho en armonía, pero la mente/cuerpo/espíritu gana poca polaridad en esta interacción.

Volvamos a examinar esta metáfora y multipliquémosla en la partida de póquer más larga que puedas imaginar: una vida. Las cartas son el amor, el desamor, la limitación, la infelicidad, el placer, etc. Se reparten, y se reparten, y se reparten continuamente. Durante esta encarnación puedes empezar—y resaltamos lo de empezar—a conocer tus propias cartas. Puedes empezar a encontrar el amor dentro de ti. Puedes empezar a equilibrar tu placer, tus limitaciones, etc. Sin embargo, tu única indicación de las cartas de los otros-yo es mirar a los ojos.

No puedes recordar tu mano, sus manos, quizás incluso las reglas de este juego. Este juego sólo puede ser ganado por aquellos que pierden sus cartas en la influencia fundidora del amor; sólo puede ser ganado por aquellos que ponen sus placeres, sus limitaciones, su todo sobre la mesa boca arriba y dicen interiormente: «Todos, todos los jugadores, cada uno de los otros-yo, cualquiera que sea su mano, los amo».

Este es el juego: conocer, aceptar, perdonar, equilibrar y abrir el yo en el amor. Esto no puede hacerse sin el olvido, pues no tendría peso en la vida de la totalidad del ser mente/cuerpo/espíritu.

Los libros originales de la Ley del Uno tienen copyright 1982, 1984, 1998 L/L Research. Los libros del Ra Contact tienen copyright 2018 L/L Research y Tobey Wheelock
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